domingo, 26 de mayo de 2013

Y llegaste tú!


M: Oye ya, ni bien terminemos clases un dota.
J: Claro, claro, además ustedes dos tienen clases.
N: Por eso, a las 8 salimos y la hacemos.
A: Ya bacán…espera mi celular…aló, si ah ya ¿En 5 en la puerta? , ya ok nos vemos. Oye muchachos ya las 8 nos vemos un rato iré a hablar y vuelvo, oye J. haz hora un rato con Z. ps.

Caminaba lentamente hacia la puerta, pensando muy bien en las palabras que tendría que decirle, porque siendo sincero conmigo mismo, me saldrían más balbuceos en el momento exacto que palabras coherentes.
A cinco pasos de la puerta, y ella esperando con esos ojos cautivos observando el cielo.
-Hola.
-Hola, ¿Cómo estás?
-Bien, vamos a caminar, ¿Un café?
-Ya, está bien, vamos.
Caminar a su lado nunca es fácil, las piernas tiemblan en ciertos momentos, y ese simple grado de coordinación entre habla y caminar, desaparece. Caminar sin rumbo por las calles a veces fue mi especialidad, pero al estar tu a mi lado, tengo que pensar muy bien por donde andar, sobre todo por cuidarte.
-¿Vamos por acá?
-¿Estas segura? Es un poco peligroso.
- Jajaja tranquilo, vamos no habrá problemas.
-Está bien, si tú lo dices.
Ante mis dudas, prefiero tus certezas, caminamos unas pocas cuadras más, ya con un poco más de soltura, entre risas bromas y pequeños toques, para matar el frio que invadía el principio, llegamos a una pequeña plazoleta, en donde algunos jugaban en la cancha, otros se distraían en los juegos y nosotros, nosotros sin querer terminamos en el pequeño anfiteatro de la plaza, nos sentamos, te pegaste un poco más a mí, pude sentir ese cosquilleo y nerviosismo dentro de mi cuando tu brazo rodeaba el mío, tu cabeza se apoyaba en mi hombro y tu voz susurraba,  me siento bien a tu lado. La emoción que me embargaba era indescriptible, pero aun con eso, no tenía la confianza para hacerte esa pregunta.
Seguimos un rato largo más así, en la misma posición, yo procurando tu comodidad sin importarme la mía, perdiendo la noción del tiempo y el espacio, ya que en ese momento lo único que me importaba eras tú a mi lado.
Mi celular comienza a sonar, son las 7:30 p.m., aún queda tiempo para estar a tu lado, igual les dije a las 8:00 p.m.
-¿Caminamos un poco más?
-Sí, pero quiero seguir así, me gusta.
-A mí también, y mucho.
-¿Entonces por qué no seguir así?
-No se….mejor sigamos.
Ya faltan 10 minutos para las 8 y las llamadas comienzan a llegar a mi celular, ¡dejen de llamar carajo!, está en mi mente, pero obviamente no puedo exteriorizarla, hace ya 10 minutos que comenzamos a caminar hacia el paradero, porque ya te tienes que ir, aunque yo no lo quiera, estamos ya a una cuadra de la despedida, creo que es el momento, por lo que interrumpo nuestra conversación.
-Existe algo que quiero decirte hace mucho. - Nos detenemos bruscamente y te alejas un poco de mí, entra el miedo en mí, pero ya empecé esto y es mejor terminarlo.
-¿Qué es? – Y me das esa mirada, que tanto me gusta, con curiosidad, algo que hace que mis miedos se reduzcan un poco.
-Y……es que me gustas mucho y quisiera saber si…… ¿Quieres estar conmigo?
-¿Estás seguro?, nos conocemos muy poco.
Palabras frías y calculadas, pero ya dimos el primer paso, todo esto tiene que terminar.
-Sí, nos conocemos muy poco, pero….en verdad te quiero y mucho.
…. los minutos de este silencio fueron inacabables, hasta que en tu rostro se esboza una sonrisa, una indescifrable, que no sé si es verdad, o veo solo lo que quiero ver.
-Yo también te quiero mucho, pero me da miedo, de que me dejes de acá un tiempo.
-Nunca te dejaría, eres lo que más quiero.
La sensación que provoca el momento de unión entre los labios es indescriptible, es recorrer de mis manos de tus hombros a tu cintura, y sentir que ya eres mía es algo que nunca pensé sentir, y ahora en este momento estoy sintiendo.
El carro en el que tienes que ir ya está cerca, tus dedos y los míos entrelazados en señal de unión, el celular sigue sonando, ya no me importa incluso que sea media hora después de lo pactado al principio, solo me importa estar a tu lado, pero ya es momento de despedirte, y es algo que no quiero hacer.
-¿Nos vemos mañana?
-SI!, te llamo y nos vemos.
-Chau.
-Chau.
El trabajo ahora es fácil, simplemente cruzar la pista y encontrarme con mis amigos, recibiré miles de insultos por el retraso, pero valdrán la pena, estuve con ella. Los veo a unos cuantos metros, están como siempre en grupo, supongo como los conozco hablando de mí, buscando cosas para molestar, bueno solo queda acercarme, estoy a tan solo unos pasos más de ellos…..




1 comentario:

  1. NO SE PIERDA EL FATAL DESENLACE DE ESTA INTRIGA, EN LA SIGUIENTE ENTREGA.
    M

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