M: Oye ya, ni bien terminemos clases un dota.
J: Claro, claro, además ustedes dos tienen
clases.
N: Por eso, a las 8 salimos y la hacemos.
A: Ya bacán…espera mi celular…aló, si ah ya ¿En
5 en la puerta? , ya ok nos vemos. Oye muchachos ya las 8 nos vemos un rato iré
a hablar y vuelvo, oye J. haz hora un rato con Z. ps.
Caminaba lentamente hacia la puerta, pensando
muy bien en las palabras que tendría que decirle, porque siendo sincero conmigo
mismo, me saldrían más balbuceos en el momento exacto que palabras coherentes.
A cinco pasos de la puerta, y ella esperando
con esos ojos cautivos observando el cielo.
-Hola.
-Hola, ¿Cómo estás?
-Bien, vamos a caminar, ¿Un café?
-Ya, está bien, vamos.
Caminar a su lado nunca es fácil, las piernas
tiemblan en ciertos momentos, y ese simple grado de coordinación entre habla y
caminar, desaparece. Caminar sin rumbo por las calles a veces fue mi
especialidad, pero al estar tu a mi lado, tengo que pensar muy bien por donde
andar, sobre todo por cuidarte.
-¿Vamos por acá?
-¿Estas segura? Es un poco peligroso.
- Jajaja tranquilo, vamos no habrá problemas.
-Está bien, si tú lo dices.
Ante mis dudas, prefiero tus certezas,
caminamos unas pocas cuadras más, ya con un poco más de soltura, entre risas
bromas y pequeños toques, para matar el frio que invadía el principio, llegamos
a una pequeña plazoleta, en donde algunos jugaban en la cancha, otros se
distraían en los juegos y nosotros, nosotros sin querer terminamos en el
pequeño anfiteatro de la plaza, nos sentamos, te pegaste un poco más a mí, pude
sentir ese cosquilleo y nerviosismo dentro de mi cuando tu brazo rodeaba el
mío, tu cabeza se apoyaba en mi hombro y tu voz susurraba, me siento bien a tu lado. La emoción que me
embargaba era indescriptible, pero aun con eso, no tenía la confianza para
hacerte esa pregunta.
Seguimos un rato largo más así, en la misma
posición, yo procurando tu comodidad sin importarme la mía, perdiendo la noción
del tiempo y el espacio, ya que en ese momento lo único que me importaba eras
tú a mi lado.
Mi celular comienza a sonar, son las 7:30 p.m.,
aún queda tiempo para estar a tu lado, igual les dije a las 8:00 p.m.
-¿Caminamos un poco más?
-Sí, pero quiero seguir así, me gusta.
-A mí también, y mucho.
-¿Entonces por qué no seguir así?
-No se….mejor sigamos.
Ya faltan 10 minutos para las 8 y las llamadas
comienzan a llegar a mi celular, ¡dejen de llamar carajo!, está en mi mente,
pero obviamente no puedo exteriorizarla, hace ya 10 minutos que comenzamos a
caminar hacia el paradero, porque ya te tienes que ir, aunque yo no lo quiera,
estamos ya a una cuadra de la despedida, creo que es el momento, por lo que
interrumpo nuestra conversación.
-Existe algo que quiero decirte hace mucho. - Nos
detenemos bruscamente y te alejas un poco de mí, entra el miedo en mí, pero ya empecé
esto y es mejor terminarlo.
-¿Qué es? – Y me das esa mirada, que tanto me
gusta, con curiosidad, algo que hace que mis miedos se reduzcan un poco.
-Y……es que me gustas mucho y quisiera saber si……
¿Quieres estar conmigo?
-¿Estás seguro?, nos conocemos muy poco.
Palabras frías y calculadas, pero ya dimos el
primer paso, todo esto tiene que terminar.
-Sí, nos conocemos muy poco, pero….en verdad te
quiero y mucho.
…. los minutos de este silencio fueron
inacabables, hasta que en tu rostro se esboza una sonrisa, una indescifrable,
que no sé si es verdad, o veo solo lo que quiero ver.
-Yo también te quiero mucho, pero me da miedo,
de que me dejes de acá un tiempo.
-Nunca te dejaría, eres lo que más quiero.
La sensación que provoca el momento de unión entre
los labios es indescriptible, es recorrer de mis manos de tus hombros a tu
cintura, y sentir que ya eres mía es algo que nunca pensé sentir, y ahora en
este momento estoy sintiendo.
El carro en el que tienes que ir ya está cerca,
tus dedos y los míos entrelazados en señal de unión, el celular sigue sonando,
ya no me importa incluso que sea media hora después de lo pactado al principio,
solo me importa estar a tu lado, pero ya es momento de despedirte, y es algo
que no quiero hacer.
-¿Nos vemos mañana?
-SI!, te llamo y nos vemos.
-Chau.
-Chau.
El trabajo ahora es fácil, simplemente cruzar
la pista y encontrarme con mis amigos, recibiré miles de insultos por el
retraso, pero valdrán la pena, estuve con ella. Los veo a unos cuantos metros, están
como siempre en grupo, supongo como los conozco hablando de mí, buscando cosas
para molestar, bueno solo queda acercarme, estoy a tan solo unos pasos más de
ellos…..
NO SE PIERDA EL FATAL DESENLACE DE ESTA INTRIGA, EN LA SIGUIENTE ENTREGA.
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