viernes, 31 de mayo de 2013

El amor en los tiempos del Reggaeton.

Amor: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Así como este significado la real academia de la lengua española tiene 14 significados para la palabra amor.
Reggaeton: El diccionario de la real academia de la lengua española no encuentra, ni tiene un significado para esta palabra, ¿Sera por algo?, bueno intentaremos definir y diremos, genero de música (jajajaja si claro, música) actual y de moda que quema el cerebro de las personas que lo escuchan.
Los tiempos han cambiado mucho, ahora para conquistar a alguien no necesitas poemas, buenos comportamientos o cosas por el estilo como antes, ahora hablas un par de chorradas copiadas de una canción (no cualquiera, tiene que ser una sin sentido, ni sentimiento, si esas, las que se comprenden más rápido y no tienen tanto artilugio), en si en cierta forma enamorar es más fácil, para los que conocen estas canciones claro está, para otros (nosotros) que no, la cosa se complica.
Porque el amor hoy en día sucumbe ante una noche de gata fiera y mejor si nos vamos a la cama, mamacita. El amor se ha reducido a una caja de condones, a un generoso tubo de Love Lub, al atrévete-te que revienta en el tímpano con un vaso de chela al polo. Esto del amor se va convirtiendo en culto arraigado del si te vi no me acuerdo, del choque y fuga con heridos y contusos. De un tiempo a esta parte, el amor se presenta en forma de escote con siliconas prestas a aprisionarte la cabeza en un dos por tres. Hoy el enamoramiento se pone cara de blue jeans al cuete y quiere tomarse un pisco sour doble contigo, pero si es con él y con el otro, mejor todavía. Ellas, las sandungueras del amor, saben distinguirse cuando están necesitadas de afecto pues éste siempre será inversamente proporcional al tamaño de su minifalda.
A mí que nadie me venga a preguntar lo que es el amor, porque las respuestas se me están terminando. Si digo que el amor es tomarse un helado a media tarde -hablando de cualquier cosa, de nuestras vidas, de nosotros- jamás va a compararse pues a ese que no te regala un helado, sino un par de indiferencias, y a ver si me acuerdo de lo fácil que eres. Verán cómo a ella le parece más interesante el que la trata con la punta del zapato y del carajo, que aquel que se quedó con el helado derretido en la mano. Si digo que el amor es preparar la cena para cuando ella vuelva, resulta una pérdida de tiempo, una estupidez, una huachafería. Mucho más intenso si el amor se parece al que regala te amos a ti y a la otra, en horarios repartidos. Y ni se diga que el amor es tocar su mano y esperarla por un beso, porque entre las sandungueras, los bígamos, las del escote y los no sé cuántos se encargan de sacarte del club del amor de mayorías.

Yo prefiero seguir pensando que el amor es esa canción que me lleva de un tiempo a otro. Seguiré creyendo que el amor es regalar prosas que terminen con un te quiero escrito con sangre. El amor es brindar con vino los domingos, acariciarle el rostro hasta sentir su respiración, llorar cuando se va, abrazarla a su regreso.
Prefiero seguir pensando que el amor, algún día volverá a ser como era antes, con una rosa en una mano y un poema en la otra, algo que buscaste o escribiste tú mismo inspirado en tan solo el recuerdo de su rostro.

p.d.: Gracias a Jaime Chincha, si alguna vez lo lees.

p.d.2: Último post, muchas gracias por este tiempo que se tomaron la molestia, aunque sea solo unos segundos de leer todo lo que escribía. ¿Un mejor final?, quizá, pero para mi este es el mejor final, repito nuevamente, muchas gracias.

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