-¿Quieres ser mi enamorada?
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-Y si digo que sí, ¿Qué pasaría?......sería fatal!
-Entonces sería mejor que digas que no.
-Es que tampoco es lo que quiero.
-Entonces…
-L Me pones entre la espada y la pared.
Por un momento vayamos a un lugar donde no existe ningún impedimento que
nos prohíba hacer lo que queremos, que no exista ni tu familia ni la mía, que
no exista ni tu ex ni mi ex, que no exista nada que pueda impedir que nos demos
un abrazo, no como cualquiera, sino de esos especiales, esos que pueden durar toda
la vida, eternamente, y encontrar nuestros rostros en eso que llaman beso, eso
que para algunos es tan simple como comprar un helado, pero que para otros es
algo más importante, y muy en especial si es contigo, gloria bendita de la
vida, esos labios que adornan tu rostro, junto a la maravilla de tus ojos y
complementan perfectamente con lo demás en ti.
Las decisiones que uno toma en el pasado y sus consecuencias, no las
asumimos muy bien hasta que nos damos cuenta de las cosas que nos hacen perder,
oportunidades que uno espera en la vida, que solo pasan una vez, y que por lo
visto nunca más se volverán a repetir.
Peleamos y discutimos muchas veces como si en verdad tuviéramos algo, y
eso me alegraba porque sentía que te preocupabas por mí y que entendías todo lo
que yo siento por ti.
“Todo lo que termina, termina mal”, y es por eso es que escondí ese
orgullo y te escribí, para que esto no termine, y siga un curso positivo, y
lleguemos a eso de estar juntos, de la mano, y juntos….para siempre. Te vuelvo
a repetir y aunque suene a redundancia, olvidémonos del entorno, olvidémonos del
pasado, veamos siempre hacia el futuro, que es, lo que espera mi corazón es
tenerte en ese futuro a mi lado; no nos contentemos con "como hubiera sido", hagamos que suceda, pero que suceda entre los dos, ya que de nadie mas es que depende lo nuestro.
p.d.:
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
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