Si puede haber
algo mas traumate que el dentista (con todos eso soniditos que escuchas en la
sala de espera que lo único que te lleva a la mente es imágenes desgarradoras de tu diente siendo profanado por un aparato que no se
ha que sádico se le ocurrió) es de hecho
el invitar a la chica que te gusta, quizá este post debí ponerlo antes del de la bendita canción, pero recién se me ocurrió.
El trauma obviamente
es ocasionado por ese miedo natural en todo ser humano, ¿y si me dice
no?, no sabrás como reaccionar, que hacer, ese no puede ser la mas grande frustración que quizá si es la
primera vez que invitas a alguien a salir y mucho mas si es la chica que te
agrada muy especialmente. Ese no puede marcar un antes y un después en tus
futuras conquistas, ya no será la misma confianza con la que iras a preguntar ya que en tu pasado existirá un no.
Claro no todo
es feo, también existe la posibilidad de que te diga que si, en el momento en el que
escuchas el si tu corazón salta, baila tango, merengue o cualquier tipo de ritmo que sea alegre y
pueda acompañar a toda la felicidad que te embarga. Claro esto te durara un tiempo hasta
que llegue las siguientes preguntas…. ¿y ahora a
donde carajos la llevo?, ¿Qué le gustara
hacer?, ¿Cómo me tengo que comportar? Y por ultimo la peor si
generalmente eres un zaparrastroso por las calles ¿Cómo me tengo
que vestir?, ahí empieza una nueva batalla dentro tuyo que por lo general lo gana el
sentido común ya que si quieres tener algo con ella tienes que “dar una buena impresión” y vas como
gente. El plan de la salida es perfecto en tu cabeza (como la mayoría de tus
planes pasados también) te dateaste con sus amigas que le gusta hacer, que no, a que lugares les
gusta ir, que le gusta comer, que le gusta hasta fumar y tu con esa información ya vas
maquinando lo que según tu será una salida perfecta para que ella se sienta cómoda.
Llega el día cero, la
hora cero, el momento de poner en práctica todos los consejos que recibiste de tus amigos de como comportarte
(seamos sinceros, lo primero que les contaste es que te acepto la salida y
ellos te atarantaron con consejos que muchas veces ni tu mismo entiendes porque
tendrías que
hacerlo). Llegas a su casa a recogerla y que no te sorprenda es costumbre en
ellas no están listas:
-espérame cinco
minutos, ya bajo
-ok no te
preocupes yo te espero. (Craso error)
Si se demora
20 minutos, alégrate tienes suerte!!!, porque generalmente o se demoran 30 minutos o
incluso algunas un poquito mas sádicas se demoran una hora, obviamente ese tiempo de espera no es el mas
reconfortante porque como para ti paso una eternidad para ellas pasaron solo
unos minutitos.
Cuando salen y
te saludan, es el momento de llevar a cabo todo lo planeado para que ella pase
la mejor tarde (noche) de su vida (aunque a ti no te guste ni la mitad de cosas
que sus mejores amigas te recomendaron que hagan o lugares donde la lleves), el
comportamiento de todo un caballero. Van a los lugares que te sugirieron, le
compras e invitas las cosas que sus mejores amigas te aconsejaron, te
comportaste de la mejor manera (como nunca lo sueles hacer) y por fin de que “pasaron las
horas mas linda juntos” tienen que regresar a su casa. La despedida protocolar, el beso con esperanza
y el chau nos vemos otro día nunca faltaran y si tienes suerte te dirá, conversamos mas tarde por Facebook.
Regresas a tu
casa con la ilusión y una sonrisa en la cara que después de todo no la paso mal porque la llevaste a sus lugares favoritos y le
invitaste las cosas que le gustan. Ya mas tarde cuando entablan una conversación te dice: “pensé que seria
diferente y que haríamos algo diferente a lo que generalmente hago, tenia otro concepto tuyo”
Los intentos
de asesinatos que se te pasan por la cabeza nunca se llevaran a cabo porque al
final de cuentas son tus amigos y son sus amigas. Obviamente tampoco habrá una nueva
oportunidad de mostrarte como en realidad eres porque ya creaste el precedente
del niño bien que
sabe comportarse.
p.d.: -te
aviso si salgo….uhm no no mejor no te digo nada porque después lo leeré en tu blog (tenia q ponerlo)
¡oh! ¡qué mal!
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